Joan Cwaik / Martin Yeza
3 cuotas de $12.633,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $37.900,00 |
1 cuota de $37.900,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $37.900,00 |
2 cuotas de $18.950,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $37.900,00 |
4 cuotas de $9.475,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $37.900,00 |
3 cuotas de $12.633,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $37.900,00 |
1 cuota de $37.900,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $37.900,00 |
1 cuota de $37.900,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $37.900,00 |
2 cuotas de $22.425,43 | Total $44.850,86 | |
3 cuotas de $15.322,97 | Total $45.968,91 |
3 cuotas de $16.149,19 | Total $48.447,57 |
3 cuotas de $16.317,21 | Total $48.951,64 |
1 cuota de $37.900,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $37.900,00 |
1 cuota de $37.900,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $37.900,00 |
Sinópsis
La democracia que nos gobierna, imaginada para un mundo analógico e inexistente, hace sus esfuerzos para sobrevivir en una realidad digital que viaja a la velocidad de la luz. El Quinto Poder ilumina con ejemplos concretos y mirada crítica, por qué seguimos atrapados en un sistema que se mueve con la lentitud de la burocracia mientras sus ciudadanos viven interconectados en tiempo real. Corrupción estructural, instituciones paralizadas, trámites imposibles, brechas educativas insalvables, salud pública fragmentada, justicia sobresaturada, infraestructuras que se desmoronan y un Estado que se paraliza ante los problemas en vez de resolverlos: ese es el firmware obsoleto que intentamos usar en pleno siglo XXI.Con estilo claro y universal, los autores proponen hackear la democracia para actualizarla. Pensar al ciudadano como nodo, al dato como derecho y a la innovación como obligación. Un texto inteligente y moderno que conecta casos locales y globales con la convicción de que el cambio no se decreta: se programa, se prueba y se escala. Yeza y Cwaik demuestran que para solucionar los problemas de la democracia contemporánea no alcanza con la voluntad política, hace falta aplicar tecnología e inteligencia: actualizar el sistema y a nosotros con él.