Formato: LIBROS
Editorial: Andromeda
Encuadernación: Tapa Blanda
Idioma: Español
ISBN: 9789507224515
N° Páginas: 192
Dimensiones: 20 x 13 cm
Fecha Publicación: 03/2011
Sinópsis
Artista múltiple, huidizo, creativo, original, Pessoa marcó toda su obra con el signo de la constante búsqueda estética. La literatura de Pessoa, mayor e irónica, se materializa cada vez que alguien pretende escribir, pensar o discutir sobre él, poniendo de relieve la fragmentación de lo real y los débiles límites que existen entre la verdad y la ficción, entre el mundo que vemos -al que siempre consideramos distinto- y las posibilidades de transformarse, de ser otro de a ratos y, más tarde, quebrar la supuesta identidad en miles de trayectorias. La invención personal, la creación a cada paso y la imposibilidad de aprehender, clasificar o categorizar, que fueron sus blasones, constituyen el legado literario del gran escritor portugués, un trabajador de la palabra, sutil y enigmático, que resulta imposible analizar por completo. Fernando António Nogueira Pessoa nació el 13 de junio de 1888 en Lisboa (Portugal). Su madre era poetisa, y su padre, un hombre muy culto que lamentablemente falleció a causa de una enfermedad cuando Fernando era apenas un niño. En su adolescencia, vivió en África del Sur donde recibió una educación inglesa que lo convirtió en un ser tímido y serio, cuya fundamental característica sería una soledad crónica, un ensimismamiento casi alarmante. Si bien Pessoa comenzó a escribir con su propio nombre a finales de 1908, es en 1914 cuando decidió que podía presentarse en los círculos sociales como poeta. Es entonces cuando surge en forma definitiva ese fenómeno que entretiene a la crítica literaria y que se denomina 'heteronimia', es decir, la creación de varios poetas, habitantes todos de sus palabras, portadores de un nombre, una biografía y una estética. Estos heterónimos, con el correr de los años, se multiplicaron, aunque solo algunos fueron importantes en su obra. Los más destacados son: Alberto Caeiro, Ricardo Reis y Álvaro de Campos. El ocaso de su existencia física ocurrió el 30 de noviembre de 1935, en la misma Lisboa que lo vio nacer, a r aíz de un coma hepático, pero sus texto siguen aún vigentes.