Silvina Rufino
3 cuotas de $6.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
1 cuota de $18.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
2 cuotas de $9.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
3 cuotas de $6.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
4 cuotas de $4.500,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
5 cuotas de $3.600,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
6 cuotas de $3.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
1 cuota de $18.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
1 cuota de $18.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
2 cuotas de $10.650,60 | Total $21.301,20 | |
3 cuotas de $7.277,40 | Total $21.832,20 |
3 cuotas de $7.669,80 | Total $23.009,40 |
3 cuotas de $7.749,60 | Total $23.248,80 |
1 cuota de $18.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
1 cuota de $18.000,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000,00 |
Sinópsis
Huellas imborrables de la memoria,/ de mi memoria/ de la memoria de aquellos niños que envejecimos,/ de los que estamos y de los que se fueron¿. Estas son las primeras líneas que señala Silvina Rufino para presentarnos un escenario de reconciliación con las bru-mosas vivencias de un pasado lejano. La casa de su infancia, ese gran útero que supo albergar una niñez de sutiles gestos filiales en sintonía con la rusticidad cultural de lo vedado. La memoria es el eje inicial de la presente obra. Rufino recompone lo incomprensible y como en un mosaico rea-comoda lo prohibido, se fortalece en la aparente debilidad de la fe, cercana y fértil, cuando dice: ¿Yo no hablo de cielos ni de infiernos, / pero percibo esta dimensión espiritual/ que cohabita la fragilidad del mundo¿. La autora, ya no con su visión de niña sino por el contrario, con extrema conciencia y la madurez que le otorga el paso de los años toma entre sus brazos a su tía abuela, Elisa, a quien llamaban la Cota y la trae magistralmente a su lado para subsanar ese tiempo de amor perdido, discriminado socialmente y de ese modo convertirla en su propia musa. La escritura fluye en un tono similar al movimiento del romanticismo francés ya acentuado en el siglo XIX donde fue reflejado el más elevado humanismo y las virtuosas pasiones del hombre. Más allá de toda formalidad del lenguaje nos atrevemos a decir que, Oda a Elisa, es un libro de evocaciones necesarias para sanar. Las cicatrices invisibles recorren un intenso camino donde el corazón es el alma que narra. Lidia Vinciguerra