Pietro Aretino

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Descripción
Formato: LIBROS
Editorial: Visor
Encuadernación: Tapa Blanda
Idioma: Español
ISBN: 9788475222547
Páginas: 140
Dimensiones: 22 x 14.5 cm
Fecha Publicación: 02/2011

Sinópsis
Pocos hombres tan representativos del espíritu de su siglo como Pietro Arentino (1492 - 1556). El Divino para unos, Azote de príncipes para otros, libertino y desvergonzado para todos, fue una de las figuras más singulares y poderosas de Venecia. Su variada y extensa obra literaria ha determinado que su impar figura siga brillando con luz propia, aunque no pura, en el firmamento de los hombres ilustres del Renacimiento. Venecia ha sido cuna y refugio de gran cantidad de artistas y hombres ilustres, de seres que han marcado, en forma profunda, su pensamiento en este mundo. Desde que en el siglo VI los vénetos, escapando de las hordas de Atila, se refugian en los islotes y fundan la magnífica ciudad, ha sido ésta refugio de diferentes hombres, especialmente artistas:Tiziano, Canaletto y Tintoretto, Vivaldi, Wagner, Liszt, Lord Byron, etc., figuran como nombres ilustres que hicieron de Venecia una segunda patria. Pero entre todos hay uno que destaca en forma singular por su visión tan descarnada, tan especial de la vida, tan brutalmente natural. Ese hombre es Pietro Aretino (1492-1556), nacido en Arezzo, considerado el 'padre del periodismo', aunque debería más bien nombrársele fundador del 'panfletismo', arte y oficio que manejó con maestría inigualable. Pero, quizás en lo que más destaca o, por lo menos, su legado más profundo al arte, la literatura y la historia, está en sus comedias y poemas, todos ellos plenos de un erotismo a veces fino, a veces brutal, en momentos de una perfecta sutilidad sensual y, en otros, descarnadamente pornográficos. Entre sus principales obras destacan, sin duda, los 'Raggionamentti' o 'Diálogos Amenos' que relata las aventuras de la Enana, una prostituta que se iniciara como tal en un convento, donde descubre la vida oculta de monjas y frailes, y presencia las más descabelladas y aberrantes escenas de sexo, en las que participan desde el obispo y la abadesa, hasta el último de los sirvientes, donde se practican toda